Si los países del Sur muestran dificultades a la hora de producir infraestructuras y conocimientos que se armonicen con las posibilidades locales, lo que está fallando es, en buena medida, la variable Investigación y Desarrollo (I+D). Los Estados y las compañías del Norte llevan décadas invirtiendo en este terreno, lo que explica su enorme superioridad industrial.[1] China es tal vez el país en desarrollo que más rápido ha comprendido este aspecto y destina sumas considerables a la producción de tecnologías pensadas para sus propios proyectos. Es cierto que los demás países del Sur no siempre cuentan con los fondos necesarios para imitar la estrategia china, pero existen formas alternativas de robustecer este factor, también utilizando recursos ya disponibles. Efectivamente, en todas las regiones estudiadas existen laboratorios y centros de experimentación –tanto públicos como privados–, que pueden desempeñar un rol clave en la reconversión de la industria editorial. Nuestras propuestas en este aspecto son las siguientes:
En primer lugar, dada la envergadura de entidades como ictQatar o Qatar Foundation –entre tantas otras que hasta el momento no parecen haber mantenido un trato cercano con los editores–, resultaría útil llevar adelante un mapeo exhaustivo de esos centros a lo largo de las 6 regiones estudiadas.
Puesto que también existen unidades de I+D y otras instituciones en países desarrollados que pueden mostrarse abiertas a colaborar con la iniciativa, habrá que incluir entonces en el trabajo de mapeo la localización de posibles aliados en el Norte.
Como tercer punto, no sería en vano realizar una convocatoria a programadores que desinteresadamente contribuyan a implementar soluciones técnicas. El ejemplo de las comunidades que generan soluciones open source para WordPress o Joomla son un valioso antecedente.
Nuestra sugerencia final –tal vez la más importante en esta investigación– es que la Alianza Internacional de Editores Independientes conforme también un laboratorio propio, compacto y dinámico, que pueda colaborar con el mayor número posible de editores del Sur, a través de las siguientes actividades:
- mantener un blog con informaciones actualizadas sobre las nuevas tecnologías, en particular con noticias provenientes de las regiones en desarrollo. Los artículos deberían estar cuanto menos en francés, inglés y español;
- dentro del mismo sitio web, reservar un espacio que sirva de ventanilla de recepción de problemas técnicos, planteados por los editores;
- elaborar los mapeos referidos supra;
- supervisar la vinculación con los centros de I+D del Sur y del Norte, así como sostener la comunidad de programadores ad honorem, a fin de resolver los desafíos técnicos presentados por los editores. Las soluciones implementadas –scripts, plugins, etc.– podrán distribuirse con una licencia de software libre.
- organizar las diferentes iniciativas de formación y vinculación antes descritas;
- enriquecer periódicamente la investigación sobre la edición digital, a fin de sumar actores, perspectivas y otros elementos que también podrían incorporarse al blog –por ejemplo, estadísticas actualizadas, entrevistas a los editores que hayan realizado ensayos con tecnologías digitales, etc.
- para todas aquellas acciones que no pueda implementar por sí mismo, el laboratorio tendrá la posibilidad de elaborar informes ad hoc que serán enviados a gobiernos, empresas y organizaciones no gubernamentales, a fin de lograr un cambio positivo y eficaz. Estas iniciativas –algunas de las cuales ya han sido mencionadas– involucran a la vez dimensiones técnicas, jurídicas, económicas y políticas, y podrán ampliarse a medida que progrese el trabajo del laboratorio. Nos referimos en particular a estas necesidades:
- estimular la instalación de terminales de POD;
- acelerar la digitalización de los catálogos;
- fomentar la estandarización de metadatos;
- multiplicar los medios de pago y de cobro;
- fijar un IVA diferencial para los libros electrónicos;
- obtener tarifas reducidas para los editores del Sur que utilicen software propietario;
- lograr condiciones comerciales de distribución digital que resulten equitativas;
- ayudar a que los profesionales que no consigan ISBN por razones de censura puedan hallar otro tipo de registro para distribuir sus obras digitales.
Para hacer frente a este ambicioso programa –cuya complejidad reside no sólo en cuestiones técnicas sino también en un intenso trabajo de networking y lobbying–, el laboratorio deberá incluir como mínimo a un editor digital del Norte y a otro del Sur, así como a un programador y un diseñador web. Dados los costos que se derivan de la estructura y las actividades descritas, será indispensable recurrir a instituciones aliadas que puedan contribuir financieramente en un plan de acción de mediano y largo plazo.
- Cf. Unesco Science Report 2010, UNESCO Publishing, 2010, pág. 4 y ss.↵