Al igual que ocurre en África subsahariana, la edición digital del mundo árabe es muy incipiente. La lengua árabe representa un elemento aglutinador muy poderoso, que puede dar origen a plataformas electrónicas de proyección transnacional, pero que al mismo tiempo –debido a cuestiones técnicas como el tratamiento de las tipografías– implica numerosos desafíos. Por supuesto, ninguno de estos retos es insuperable; de hecho, la proliferación de blogs y la avidez de contenidos digitales que manifiesta parte de la población indican que existe un potencial. Si los recursos humanos y tecnológicos existentes lograran acoplarse, el mundo árabe podría convertirse en un jugador significativo en el campo de la edición electrónica.