Sea como fuere, la edición digital en la India recibirá el impacto positivo de una serie de vigorosas corrientes que determinarán un nuevo paisaje en el mediano y largo plazo:
- Para comenzar, ya estamos presenciando un fenómeno social que dejará una huella profunda: la emergencia de una nueva clase media, ávida de hardware y contenidos que se adapten a su realidad concreta. Conviene tener en cuenta que –tal como revela una encuesta de la consultora TCS difundida en 2009– Internet constituye por lejos el pasatiempo favorito de los adolescentes de hogares urbanos de la India.[1] Estos jóvenes demandan –y demandarán aun más– textos que estén escritos en sus idiomas y que se relacionen con temáticas que los conciernan directamente. En ese sentido, la edición digital local tendrá una ventaja considerable, al menos inicialmente, a la hora de competir contra los actores de EEUU o Europa.
- Por otra parte, la creciente sofisticación tecnológica india y la progresiva interacción entre productores de contenidos y compañías IT podrá derivar en un enriquecimiento de la industria editorial digital.
- En tercer lugar, asistiremos con bastante probabilidad a una proliferación de experimentos de difusión de textos a través de teléfonos celulares, dada la masiva penetración de estos dispositivos en toda la sociedad india, sin distinciones de clases ni regiones.
- Finalmente, a pesar de todas las restricciones –de coordinación, de presupuesto, etc.–, el Estado indio ciertamente continuará apostando por reducir la brecha digital, en particular entre los habitantes de áreas rurales.
Notas
- Cf. “Urban students are digital natives, reveals TCS Generation Web 2.0 survey”, TATA Consultancy Services, 29 de julio de 2009.↵